Os cuento hoy acerca de una serie que me ha sorprendido muy gratamente en este último par de días. Groso modo, la serie va sobre seis amigos treintañeros, tres chicos y tres chicas, que pasan el día en el sofa de un bar. En el hablan de sus experiencias diarias previas a la madurez.


Así terminó el partido del Barça de ayer, y así estaban mis nervios. Tratar de verlo en casa solo puede convertir el partido más vibrante, intenso y decisivo en lo más aburrido del mundo. El primer tiempo no pude seguirlo ya que, as usual, Justin.tv iba fatal. Así pues me descargué una aplicación de un juego de olimpismo y me puse a jugar. Del juego solo decir que supera con creces al de Sonic & Mario & Olympics de la NDS.


Leo es grande, muy grande. Cuando marcó el gol en copa el año pasado contra Getafe es cuando seriamente los entendidos se plantearon si era el elegido, el sucesor de Maradona. Este post no pretende contar lo que todos sabemos, que es un gran jugador, todo talento, rápido, intuitivo, etc. Quiero hablar de la otra cara de Messi.