Que suerte que tengo. Hoy me ha mandado un correo mi buddy, el alumno de la universidad de Oldenburg que me ayuda en tema de papeles e integración, diciendome esto:



Hello Fernando,

I hope you are doing fine. Now, just some days before your arrival I got some more information and answers to your questions:

Todo el que sea de Cádiz y alrededores conoce la historia del perro Canelo, aquel que cuando su dueño murió en el hospital, se quedó hasta su muerte esperando fuera.


Pero hoy os cuento la triste historia de Bobby Greyfriar, un pequeño terrier que estuvo sentado en la tumba de su dueño durante 14 años, desde su muerte en 1872. Aunque muchos no se lo crean, es una historia real.


Como la mayoría de las grandes ciudades, Edimburgo tiene estatuas de sus personajes más ilustres. Sin embargo, resulta curioso e inusual que la estatua más famosa de Edimburgo sea la de un perro. La estatua de Bobby se puede encontrar a las afueras del Bar Greyfiars Bobby, un pub famoso por estar asociado a la historia de este perro. En la iglesia del cementerio de Greyfriar, una placa en su memoria recuerda a este entrañable animal.