Pues eso, que ayer fuimos a jugar al padel y como siempre, al día siguiente termino con la espalda destrozada. Fuimos los 4 de siempre en plan parejita deportista, mas que nada para enseñarles a las niñas como iba esto del padel, para otro día ya empezar a jugar mas en serio. Personalmente me quede asombrado de las aptitudes mostradas por Gloris y Maki para esto del deporte, aunque tengan a simple vista la misma movilidad que un langostino tigre después de cocido, pero respondieron espléndidamente. Otro tema es que al darle a la pelotita tardaran un rato en darse cuenta de que tenían que coger la pala firme, que no es lo mismo que fuerte. Pero vamos, que estuvo muy bien el ratito que echamos y a ver cuando lo repetimos. Este viernes por cierto, vuelve el duelo de los tarados contra los calvos que en el global de partidos va 1 a 1, se presenta apasionante el duelo después de una semana de descanso después de la trágica muerte de nuestro recoge pelotas mientras ensayaba en plena autopista su rápida carrera, aunque parece que no fue suficiente para esquivar a un focus que venia a 120 por hora, descansa en paz Fermin, te queremos. En otro orden de cosas, se acerca el cumple de la nena y el nene se rompe la cabeza para ver como sorprenderla lo máximo posible. Por cierto, hoy es miércoles de ceniza, un día inmejorable para que el Barça resurja y de un buen partido contra el Liverpool. Volveré
de retales…
Hace 10 años